Así se llamaba al establecimiento que vendía ilegalmente bebidas alcohólicas durante el período de Ley Seca o Prohibition en los Estados Unidos y Canadá. El término se atribuye a la forma en que los clientes pedían sus bebidas para no levantar sospechas. Los camareros solían decirles “hablen bajo” –en inglés: speak easy–.
La Ley Seca fue implementada por impulso del Movimiento por la Templanza –surgido a principios del siglo XIX en Estados Unidos– y se desarrolló entre 1920 y 1933. Dicho movimiento comenzó pregonando moderación en el comer y en el beber, pero luego alentó la prohibición total del consumo de alcohol. Diversos líderes religiosos también insistían en regular el consumo libre de bebidas alcohólicas, al cual culpaban por diversos males sociales. A esta corriente se fueron uniendo intelectuales progresistas y liberales, incluso también sindicalistas de izquierda, que condenaban al alcohol como generador de atraso y pobreza.