En estos días que buscamos escapar de las multitudes, nada mejor que elegir un paraíso para aislarse (literalmente) por unos días. Mi destino fue Ilha do João Araújo, una pequeña isla cerca de Paraty en el estado de Río de Janeiro, Brasil. Conexión con la naturaleza y sus sabores.
Por Lorena Marazzi
DRINKS BY MARAZZI
Fuimos en auto desde São Paulo hasta Paraty en un viaje increíble de cuatro horas que atraviesa la montaña e incluye camino de cornisa. Se llega a la isla en otros veinte minutos de lancha. También se puede ir desde Río de Janeiro ya que Paraty está a mitad de camino de ambas ciudades.
Es mi primera experiencia en una isla tropical y lo recomiendo para descansar plenamente la cabeza y conectar con la naturaleza (incluyendo mosquitos porque hay que decir todo).
Dormir con el ruido del mar, descubrir delfines y tortugas, sentir la brisa fresca en un paseo en lancha, chapotear en aguas cristalinas, llegar a playas agrestes en kayak, observar caracoles marinos vivos, tirarse al mar desde un muelle y hasta subir una montaña. Placeres inigualables que contribuyen con el descanso mental.
Si bien hay otras casas y posadas en la isla, la sensación es la de estar solos en medio de la selva frente al mar.
Ya sea que uno se aloje en João Araújo, en otra isla o en la ciudad de Paraty, la idea es recorrer diferentes playas en alguna embarcación. Algunas son muy pequeñas y desérticas, otras más concurridas pero todas bien agrestes y con olas muy suaves. Otra opción es anclar en distintos lugares para nadar o hacer snorkel.
La gastronomía es la típica de Brasil con mucho pescado fresco del lugar. Diferentes preparaciones con camarones, lulas (rabas), mandioca frita, feijoada, pescado fresco (probamos uno exquisito con salsa de maracuyá) y los clásicos pastéis forman parte del menú local.
Para beber, la reina es la Caipirinha en todas sus variantes. También está presente el Gin Tonic y la siempre helada cerveza local.
Los imperdibles:
SACO DO MAMANGUÁ
El único fiordo tropical de Brasil es un área protegida. Además de navegar y visitar sus hermosas playas, si te gusta la aventura y te sentís en forma, podés escalar el pico Pão de Açúcar (438 m). Es un trekking de 2 km por la selva (calurosa y húmeda) para llegar a espectaculares vistas de las islas y bahías. No sé cómo hice pero lo logré!
Para comer, el Restaurante do Dadico es el lugar donde disfrutar una buena caipirinha y frutos de mar bien frescos con una vista inigualable.
CASCO HISTÓRICO
Vale la pena tomarse una tarde para conocer el casco histórico de Paraty. La ciudad, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2019, es antigua (data de 1533), de estilo colonial y muy pintoresca con sus calles empedradas (difíciles para caminar) y el puerto lleno de coloridas embarcaciones. Tiene lindos negocios de artesanías, buena gastronomía y hasta un lugar especializado en cachaças de todas las regiones del país, el Emporio da Cachaça.
TIP: Si el alojamiento no ofrece una lancha para recorrer, se puede alquilar alguna embarcación pequeña ya que, por lo que vimos, las excursiones de barcos grandes no parecen cumplir con los protocolos contra el Covid-19.
29 enero, 2021 a las 12:44 pm
qué lindo!! me lo agendo para cuando pueda viajar nuevamente 🙂 Gracias!! besotes
29 enero, 2021 a las 12:48 pm
te va a encantar!
30 enero, 2021 a las 8:04 am
El emporio de Cachaça debería tener delivery!!! Hermosa nota 🙂
1 febrero, 2021 a las 9:31 am
Es verdad! Jaja. Gracias!
31 enero, 2021 a las 3:30 pm
que linda nota!!!! un resumen perfecto!!
1 febrero, 2021 a las 9:32 am
Gracias!
4 febrero, 2021 a las 9:57 am
Espectacular Lore, gracias por compartirlo. Ya quedó agendado… Abzo.
4 febrero, 2021 a las 10:18 am
Genial, Charlie! Saludos!