El reconocido bartender, cofundador junto con Alex Kratena del bar londinense The Artesian, premiado por cuarto año consecutivo como el bar Nº 1 del mundo por la organización The 50 World’s Best Bars (hasta que se fueron en noviembre de 2015), visitó Buenos Aires el mes pasado.

Por Lorena Marazzi
Drinks by Marazzi

Durante su estadía, organizada por la marca de gin Hendrick’s, el carismático italiano de 30 años dio una master class para 200 bartenders en el Hotel Faena y fue el anfitrión de un exclusivo evento de prensa en Nicky Harrison donde pudimos charlar con él y probar sus originales creaciones.

Abierto y súper simpático, nos contó sobre su presente, mayormente dedicado a P(pour), una fundación con finalidad benéfica y responsabilidad social, y su futuro: abrir un bar junto a Kratena en 2017.

En tu segunda visita a Buenos Aires, ¿qué opinás de nuestra coctelería?

Creo que la coctelería de Buenos Aires es internacional, a pesar de no contar con tanta variedad de productos importados, lo cual más bien facilita la creatividad local. Yo digo siempre que más nacional eres, más internacional serás. Esto es muy importante: a veces no se tiene, por ejemplo un licor francés pero, al mismo tiempo, se cuenta con un producto que solo aquí se consigue. O sea que cuanto más local, mejor.

Además, este es un buen momento para que la coctelería crezca, para que cambie de forma o tome más formas, y sea más internacional.

En P(our) tratan temas como la responsabilidad social y las adicciones. ¿Cuál debe ser el rol del bartender hoy?

Hoy el bartender tiene que crear conciencia en la sociedad. No se trata más de hacer un cóctel. El cóctel es el idioma que utiliza. Si cada bartender utilizara producto autóctono, ayudaría a la economía de su propio país, desarrollaría más la producción interna.

Otro tema es que trabajamos con alcohol. El alcohol es increíble hasta que se vuelve un desastre en la sociedad o en la vida de una persona. Y lo que pasa en los bares es nuestra responsabilidad. Yo no puedo controlar lo que vende un supermercado pero lo que se sirve en una barra depende de mí y de las miles de personas que trabajamos en esto.

“Si cada bartender utilizara producto autóctono, ayudaría a la economía de su propio país”

Entonces elegimos montar esta fundación que colecta donaciones de empresas privadas para desarrollar actividades que ayuden a quienes no pueden beneficiarse positivamente del mundo de las bebidas: personas con problemas de alcohol, con abusos de drogas, gente que pertenece a la agricultura relacionada a la coctelería, a la producción de destilados, personas que están a la esquina del tercer mundo.

Vas a abrir, junto con Alex Kratena, un bar en Londres. ¿Podrías contarnos algo?

Sí, en 2017. Por una cuestión de buena suerte no cuento nada, prefiero hacer las cosas primero antes que contarlas. Mejor vengan a conocerlo que las puertas van a estar abiertas. En realidad, no habrá puertas así que podrán entrar más fácilmente…

Simone Caporale y Lorena Marazzi.

En Nicky Harrison, Caporale preparó cuatro cócteles a base de gin Hendrick’s, aprovechando su peculiaridad botánica floral, de raíces, frutas y semillas, donde se destacan los pétalos de rosas y el pepino.

1) SWANKY HANKY PANKY
Una interpretación porteña del clásico londinense Hanky Panky con gin Hendrick’s, vermú rojo, fernet, cerezas y cerveza rubia. Refrescante, un toque amargo, se siente la menta del fernet, un dulce redondo y la nota del gin Hendrick’s.

2) WHITE LADY BATIDO
Basado en el clásico White Lady con gin Hendrick’s, Hesperidina, vino moscato dulce, jugo de limón y clara de huevo. Usualmente se bate en coctelera pero Simone decidió batirlo sin utilizar las manos, se dice que usó una licuadora… Cítrico y de textura suave, exquisito.

3) BEBBO COCKTAIL
Hecho con una fermentación casera de miel (una especie de cerveza de miel de abejas, agua y levadura) más gin Hendrick’s, jugo de naranja, bitter Peychaud’s y soda. Un sabor muy original, fresco, apenas cítrico, se siente el dulzor de la miel, la acidez y el grado de alcohol. Un sabor de lo más original que probé hasta ahora.

4) El ultimo cóctel fue un after dinner aunque no muy dulce. A base de gin Hendrick’s, una leche de nueces de Macadamia hecha con agua, sin lactosa, miel de abejas y verjus (un jugo no maduro de uva) que le aporta una particular acidez.

Martín Olivera, Head Bartender de Harrison, Inés De Los Santos, Simone Caporale y Pablo Pignata.

Caporale junto a Martín Olivera, Gastón Brandi, Américo Borzone y Ricardo Guerrero.

Como cierre de su presentación, Simone Caporale fue el invitado especial en Victoria Brown donde, con la colaboración de los presentes, preparó ochenta Hendrick’s Gin Tonic en 1:34 minutos, rompiendo el récord mundial y convirtiendo la noche en una verdadera fiesta. Una valiosa visita que nos dejó inspiración, enseñanza y ganas de seguir creciendo en nuestra coctelería.

Derrochando carisma en Victoria Brown.