¿Por qué Uptown es el bar del momento? No tanto porque te transporta a Nueva York a través de una estación de subte –vagón incluido– sino porque logró plasmar ese espíritu entre relajado y sofisticado de la ciudad. Porque no es difícil montar un bar escenográfico pero transmitir una atmósfera, es todo un desafío.

Por LORENA MARAZZI
Drinks by Marazzi

Fotos: ISABEL PRANTEDA
@cocktail_map

Desde que abrió hace un año, Uptown está siempre lleno. Al principio era la novedad pero enseguida se convirtió en favorito. Porque la sensación de ir a Uptown es similar a la de visitar un barrio donde siempre se quiere volver.

Además de sus dimensiones extraordinarias, tiene una impronta única. Los camareros están vestidos de Adidas. Suena hip hop. El DJ y los bartenders son verdaderos anfitriones. La onda es de lo más relajada. Los cócteles se ven tan deliciosos como divertidos. Y avanzada la noche, la barra siempre es una fiesta.

Luis Miranda al mando de la gran barra.

De la nueva carta: reversión de Old fashioned con Monkey Shoulder Whiskey macerado en banana y miel, bitter Angostura y tintura de café. Vendrá con un souvenir de King Kong.

Luis Miranda, que trabajó años atrás en Nicky Harrison y Doppelgänger, es el Jefe de Barra y uno de los más talentosos bartenders del país. Si bien prepara exquisiteces de todo tipo, su especialidad son los cócteles con café. Recomiendo pedirle uno fuera de carta.

Junto con Andrés Rolando, uno de los dueños, también propietario de Nicky Harrison, cuentan cómo lograron hacer de Uptown el lugar donde todos quieren estar.

¿Cuál fue la idea original del bar?

Andrés Rolando: Teníamos el objetivo algo ambicioso de servir a un volumen muy grande una carta de alta coctelería y con identidad propia. En su momento, cuando Nicky arrancó, creo que cambió para siempre la presentación del trago en Buenos Aires. La idea era cómo lograrlo acá sabiendo que mucha gente toma de parado. Tomamos la impronta de lo urbano, el hip hop y elementos de Nueva York. Por ejemplo el My name viene en un vaso tipo Starbucks, es un trago complejo y al mismo tiempo divertido en la forma de tomar. El Harry and Marv trae la foto de los ladrones de “Mi pobre Angelito”, el Banksy tiene un globo, etc. Esto sumado a mantener destilados de calidad y un equipo de barra buenísimo. En una noche pasan 650 personas por acá, es una locura. Y la mayoría está tomando tragos de vanguardia.

El espacio antes de ser Uptown. Foto de Andrés Rolando.

El mismo espacio, hoy. Foto de Andrés Rolando.

Luis Miranda: La idea era que el bar hable de la identidad newyorkina. Creo que le terminamos de dar un sello bien nuestro a la carta. Al menos la mitad de los cócteles tiene decoraciones fuera de lo común. La idea es que interactúes con eso y te lleves algo a tu casa, algo que te recuerde más específicamente el cóctel y por ende, el lugar.

¿Como un souvenir?

L.M.: Claro, y contar otro tipo de historias. Este proyecto, al ser actual, no tiene límites. Si un artista saca un disco que nos gusta, lo hacemos trago.

Harry & Marv: Fernet Branca, jugo de mango, soda, jugo de limón y cordial de hibiscus. ($175).

212 Vip Rosé: perfume Carolina Herrera 212 Vip Rosé, Absolut, Chandon Rosé, cordial de sandía y jugo de limón ($185).

Uptown es, sin dudas, el bar de moda. ¿Será porque tiene onda y es informal a la vez de ofrecer gastronomía de calidad?

A.R.: Es que no creemos en lo lujoso per se, es muy noventoso ese concepto. La idea de la identidad de carta tiene que ver con trascender una moda, con el hecho de que quieras volver ya sea porque te trataron bien, porque hay onda, porque los tragos están buenos, y eso hay que sostenerlo a rajatabla. Incluso la carta de comida es muy sólida y las presentaciones graciosas, muy fotografiables.

En plena charla con Andrés Rolando.

“No creemos en lo lujoso per se, es muy noventoso ese concepto.”

Ustedes han viajado bastante, ¿vieron en otras ciudades tantos bares escenográficos como en Buenos Aires?

A.R.: Hay pocos y suelen ser más chicos. Acá tenemos 120 m² “desperdiciados” sólo en la entrada del subte. Si esto estuviese en otro país, estaría en los 50 Best seguro. Aunque ya la gente sabe que esos premios no tienen tanto que ver con la realidad.

El vagón a través del cual se llega al bar.

L.M.: Los bares que yo vi no eran a este nivel. En Buenos Aires cuando son temáticos, lo son en serio. Uno de los que más me gustó fue en Barcelona y era diminuto. Los tragos estaban bien pero lo mejor fue la onda de la barra, te hacían sentir parte. Creo que es la clave porque, en definitiva, las mezclas son infinitas pero el bar lo hace cada uno. Llega un punto en que priorizás la atención y la experiencia por sobre todo.

Parte del equipo: Marcos Dujmovic, Ramiro Gavilondo, Antonella Berton, el manager Joel Alcaraz, Luis Miranda, Cyrano Lançon, Ariel Kran y Diego Zelaya.

¿Cómo crearon la carta de coctelería?

L.M.: La primer carta tenía varias páginas con secciones como Central Park con tragos refrescantes, el Soho con cócteles vanguardistas, etc. Pero en la práctica, nos dimos cuenta de que la gente está disfrutando de la música y demás y no tiene ganas de leer 30 páginas para ver qué tomar. Entonces pasamos a un mapita donde se mantienen las secciones pero está todo más simplificado. Para la tercer carta vamos a mantener esa idea y sumar cosas más modernas.

Cóctel con tequila Patrón, mezcal, Aperol, Ancho Reyes, jugo de pomelo, miel especiada, soda y un reborde de sal con lima y jalapeño.

La carta cambió muchísimo de la primera hasta ahora, no sólo en lo que se simplificó sino también en el estilo de tragos, tratamos de abarcar cada tipo de sabor.

“Si un artista saca un disco que nos gusta, lo hacemos trago.”

212 Vip Men: perfume Carolina Herrera 212 Vip Men, Absolut, soda de manzana y jengibre, bitter de cardamomo y menta fresca ($185).

Además hacemos muchos fuera de carta. El cliente nos dice qué quiere tomar y preparamos algo basado en alguno de los tragos de la carta pero diferente. No tengo nada en contra de los clásicos pero está bueno que el que viene reciba toda la experiencia del bar, que tome algo de la casa.

El My name lleva tu nombre en el vaso, al mejor estilo Starbucks.

My name: gin Bombay Sapphire, espuma de pepino, jugo de limón y almíbar ($210).

La gente comenta que es difícil entrar a Uptown porque siempre está lleno ¿qué recomiendan hacer?

L.M.: Venir temprano. Si venís antes de que llegue el DJ, entrás seguro. Esto es: martes y miércoles antes de las 23; jueves, viernes y sábados antes de 23:30. Los fines de semana después de esa hora, explota en serio.

Para cenar tenemos un sistema de reservas online que toma hasta cumplir el cupo de dos semanas. Es más preciso porque podés indicar si sos vegetariano o celíaco.

Cóctel con ron Bacardí oro, shrub de piña y cordial especiado con pimienta de Jamaica.

¿Están planeando otra apertura?

A.R.: Sí, vamos a abrir un barcito a unas cuadras de acá, en una esquina chiquita. Será un bar dedicado al bourbon y a tragos clásicos con whiskey.

Uptown & the Bronx

Arévalo 2030, Buenos Aires
Abre de martes a sábados de 20:30 al cierre
Para cenar, sólo con reserva online en: uptownba.com
Manager: Joel Alcaraz. Jefe de Barra: Luis Miranda. Bartenders: Diego Zelaya, Ariel Kran, Sylvia Tarzieris, Antonella Berton, Marcos Dujmovic, Bernardo Novinic y Ramiro Gavilondo. Chef ejecutivo: Dante Liporace.
Tips: No sirven comida en la barra. Para cenar, se reserva a través de la web. Recomiendo ir temprano en la semana.
@uptown.ba
facebook.com/uptown.ba