Inspirado en las películas de culto: El Resplandor de Stanley Kubrick y Suspiria de Dario Argento, sumado a la estética de la cinematografía de David Lynch, el flamante bar de Fede Cuco propone un viaje fuera del tiempo y espacio.

Por LORENA MARAZZI
Drinks by Marazzi

Si en Verne, (bar de los mismos dueños) la estética steampunk refiere a un futuro que no fue, Suspiria alude a un pasado paralelo que nunca existió.

Ya desde la calle, la fachada blanca, rojo y negra, con iluminación teatral y ese resplandor que surge desde la puerta, más las líneas puras de su arquitectura, anticipa la rareza del lugar.

Al ingresar, la luz se reduce al mínimo, emergiendo de una imponente lámpara art deco, de los paneles blancos que escoltan la barra y de los cortinados rojos que me llevan directamente a Twin Peaks, la serie de David Lynch. Siento que en cualquier momento aparece el enigmático enano bailarín… Lo cual me recuerda que este lugar supo albergar a la mítica Nave Jungla en los años 90 (millennials, googleen!).

La barra hexagonal de mármol negro invita a sentarse en sus lujosos taburetes de pana verde y a simplemente dejarse llevar. En el centro, las botellas. Enseguida aparece el gran anfitrión: Fede Cuco, en traje de cafetero, quien luego de saludar amablemente me sirve agua de un pingüino y pregunta qué deseo tomar.

La carta tiene 13 cócteles, 13 vinos y 13 platos, sin miedo a la superstición. Los nombres de los tragos están en latín, al igual que el bar, y recrean ya no la típica coctelería clásica sino los desdeñados que se bebían en los años 70, 80 y 90s, la llamada dark age, con una vuelta original y usando productos de alta calidad que los reivindica. Por ejemplo, para un frozzen utilizan una antigua y bellísima máquina mecánica de rallar hielo. Eso sí, tampoco esperen un daiquiri de frutilla.

La carta de vinos fue seleccionada por el sommelier Martín Bruno (Tegui) y la de comidas diseñada por el chef Yago Márquez (Verne, Del Toro) cuyos platos, ideales para comer en la barra, homenajean a hoteles de ciudades atípicas como Beirut, Trelew o Tijuana.

La música acompaña el clima de cierta elegante decadencia. Suena Depeche Mode, Jack White, Marilyn Manson, Nick Cave y hasta Lana Del Rey interpretando Blue Velvet. La playlist puede encontrarse en Spotify.

Lejos de la vorágine de muchos bares, incluso lejos de los speakeasies, Suspiria propone otro ritmo, una atmósfera más tranquila, menos bulliciosa pero no menos osada. Un viaje surrealista para experimentar una dimensión desconocida.

Viridi Meteori

Elixir Otii

Vetus Figuratus

Qué pedir:

• Viridi Meteori (Gin Bombay Sapphire, albahaca, lima, limón, almíbar y hielo de menta). Increíble reversión del mítico Kriptonita.

• Metamorphosis Aquae (Gin Bombay Sapphire, Martini Bianco, licor de limón Strega, Chartreuse Jaune y nieve). El agua cambia de estado al servirse el trago, un verdadero show.

• Vetus Figuratus (Bourbon Jim Beam, ron Bacardi 8, azúcar mascabo integral, Angostura bitter y limón glaseado).

• Respicio (reducción de Fernet Branca, vodka cítrico y gaseosa de cola casera). Alguien tenía que animarse a recrear el Fernet con Coca!

• Elixir Otii (Gin Bombay Sapphire, Martini Dry, Angostura y dátil). El Martini de la casa.

Suspiria Resplendoris (CERRÓ el 30/06/18)
Nicaragua 4346, Buenos Aires
Abre de martes a sábados desde las 21:00.
Tel.: 4832-2774

facebook.com/suspiriaresplendoris

twitter.com/Suspiriabar

Head Bartender: Fede Cuco / Carta de vinos: Martín Bruno / Chef Ejecutivo: Yago Márquez / Director de Arte: Jeremie Moncomble / Diseño y Arquitectura: Franco Antolini y Sofía Saintotte